Señor Presidente, La región reclama un mejor trato

Manuel Javier Fierro Patiño
http://javierfierro.wordpress.com/
MVZ. Esp. Gestión y planificación del Desarrollo urbano-regional. Profesor Universidad de los Llanos

En el presente gobierno el departamento del Meta ha tenido un record en visitas presidenciales. Ningún presidente había venido tantas veces nuestra región. En las reuniones iniciales, la algarabía y jolgorio no mostraba límites. Nuevas obras, nuevas inversiones se prometían para esta tierra llanera. Sin embargo, en la medida que las visitas aumentan el discurso presidencial se torna repetitivo. No se puede desconocer que la recuperación de la seguridad en el corredor vial Bogotá-Villavicencio ha sido el hecho definitivamente palpable para agradecer al gobierno Uribe y posiblemente la causa principal del dinamismo comercial, inmobiliario y turístico que se manifiesta actualmente. Mientras tanto, el Meta se convierte en el primer productor de petróleo, ofreciendo al país sus riquezas naturales, su abundante y codiciado oro negro. Lo lógico es que la región tenga un tratamiento diferencial de acuerdo con importancia económica y estratégica para la estabilidad y equilibrio de las finanzas del Estado. Sin el petróleo del Meta, la historia del país sería otra. Seguramente, la economía estaría en serios aprietos y la inversión nacional no llegaría ni al 50% de lo actual.

Lo cierto es que las obras prometidas desde el primer mandato de Uribe no muestran avances significativos. Es posible que los asesores del presidente y quienes hacen sus discursos estén en serios problemas para buscar resultados concretos y mostrar coherentes los planteamientos que el jefe del Estado ha realizado en sus consejos comunitarios. La vía Granada-San José del Guaviare, prometida por Samper, Pastrana y Uribe no está aún terminada. Igualmente, la vía Puerto López- Puerto Gaitán es un adefesio de ingeniería vial que amenaza con volverse eterno. La doble calzada Bogotá-Villavicencio fue un contentillo celebrado por todos, pero de hechos concretos todavía nada. El aeropuerto alterno, fue un sueño fallido sepultado por la supuesta ampliación de la pista del aeropuerto Vanguardia. El proyecto de navegabilidad del río Meta sufre de cojera y ahora los recursos se supeditan a la privatización de EMSA. Ni hablar del distrito de riego del Aríari; de manera general, muchos estudios, muchas reuniones y de obras terminadas muy poco.

Agradecemos el apego presidencial por este territorio y el interés en visitarnos más seguido, esperamos que la falta de resultados concretos se deba a problemas o eventualidades climáticas y no a otras prioridades nacionales o falta de voluntad política, pues algunas obras de otros programas nacionales, ya están terminadas en otras partes del país. Señores ministros: Miren con mayor disposición esta tierra grata y productiva; hemos sufrido antes con gobiernos centralistas, arbitrarios e indolentes. Es hora de cambiar de enfoque y demostrar que las palabras anteceden a los hechos concretos. Sería bueno escuchar discursos presidenciales que digan: “estamos entregando…” o “hemos terminado…” y no los discursos a los cuales la dirigencia local ya nos tiene acostumbrados con expresiones como: “vamos a realizar…” “contratamos las obras” o “nos comprometemos…”. Esta región ha sido leal en términos de apoyo incondicional con el actual gobierno. Con todo respeto, señor presidente, exigimos más resultados y menos palabras.

El empleo informal en Villavicencio

Manuel Javier Fierro Patiño
http://javierfierro.wordpress.com MVZ. Esp. Gestión y planificación del Desarrollo urbano-regional. Profesor Universidad de los Llanos

De 10 empleos que hay en Villavicencio al menos 7 son informales. Son cifras preocupantes que nos ubica entre las ciudades con más altas tasas de informalidad en Latinoamérica, lo que afecta los niveles de ingreso y en consecuencia la calidad de vida de los trabajadores. Es un fenómeno que trata de ocultarse pero influye de manera importante la situación social y económica de la ciudad.

Un estudio que adelantamos en la Universidad de los Llanos, con Diego Torres, estudiante de economía, mostró que los informales son personas que tienen en promedio 40 años, un 48% son mujeres, su núcleo familiar es en promedio de 4 personas, de las cuales dos de ellas trabajan. Residen principalmente en los barrios marginales, son cabeza de familia, trabajan 28 días al mes para ganarse un salario menor a los $500.000 pesos. Son clientes asiduos del crédito “gota a gota” a tasas del 40% mensual en promedio, lo cual generan relaciones de endeude que limitan aun más la posibilidad de crecer y romper el círculo de la pobreza. La mayoría de ellos no están de acuerdo con reubicación en lugares inadecuados, proponen la construcción de una central minorista, estarían dispuestos a pagar impuestos de acuerdo con sus capacidades y sueñan con crear su propia empresa.

El desplazamiento forzado es una causa estructural importante de informalidad en Villavicencio, pues un 41% son personas que llegan de afuera y un 23% lo hacen empujados por la violencia, principalmente en zonas rurales. Igualmente, la evolución de la estructura económica de Villavicencio, el tejido empresarial con una baja diversificación e incipiente industrialización, el crecimiento poco regulado, especialmente de los sectores comercio y servicios, conforma una oferta limitada y precaria para el empleo urbano.

Otro aspecto muy influyente, es el nivel de desarrollo humano y social, que constituye un serio obstáculo para las oportunidades, especialmente debido a las asimetrías existentes entre el nivel de educación del informal. Estos factores han creado un desajuste del mercado laboral, que se ve agravado también por las fallas en la información, al no permitir una movilidad y articulación eficaz entre la demanda y la oferta de empleo. La educación, el acceso al crédito barato, mejores oportunidades y la preparación para el trabajo son asuntos fundamentales en la búsqueda de soluciones

El estudio mostró la influencia de las barreras burocráticas, excesivos costos, trámites e impuestos que tienen que realizar los emprendedores para formalizarse. La atención gubernamental de la informalidad, enmarcándola como un problema simple, con la aplicación de medidas represivas, sin una visión integral y sin la planeación debida, origina un efecto negativo y agregado en la agudización de los problemas sociales asociados al fenómeno. Existen causas estructurales en donde resulta difícil actuar localmente, esto no implica, que pueda desarrollarse una política de atención integral de enfoque dual, que establezca un marco diferencial de programas sociales de tendencia progresista que se basen en el potencial productivo del informal y no en medidas meramente asistencialistas que replican y complementan el ciclo de la pobreza.